Todo un mundo de (nuevas) aplicaciones
En Canonical hace tiemp que tomaron algunas decisiones curiosas respecto a lo que llegaría y no llegaría a Ubuntu 11.04 Natty Narwhal en el apartado software. La más destacada sigue siendo para muchos la ausencia en el conjunto de soluciones instaladas por defecto de GIMP, una aplicación que se puede seguir instalando -como otras muchas- desde el Centro de software de Ubuntu.
La decisión que tomaron respecto a GIMP pudo no ser tan descabellada: el porcentaje de usuarios que aprovechan la aplicación no es tan alto y la aplicación ocupa bastante espacio en la instalación base. Hoy en día ya no se oyen tantas voces en contra -parece que nos hemos acostumbrado- pero sin duda sigue siendo uno de los temas candentes entre los que cuestionan las decisiones de Canonical.
Esas decisiones se han repetido en Ubuntu 11.04 con mayor o menor fortuna. Uno de los grandes cambios es la inclusión de LibreOffice 3.3.2 en lugar de OpenOffice.org, una medida que surgió a raíz de la situación entre Oracle y OpenOffice.org. Ahora en Oracle han cambiado de opinión y han dejado la suite en manos de la comunidad, pero LibreOffice está muy moda y no parece que a corto plazo esto vaya a significar que la apuesta vuelve a OpenOffice.org. Aún así hoy por hoy las diferencias entre una y otra suite no son significativas, y el flujo de trabajo y prestaciones son básicamente equivalentes.
La segunda novedad es la inclusión de Banshee como reproductor de música en lugar de Rythmbox. Ambos reproductores y gestores de música son también muy parecidos, pero en Canonical consideraron conveniente optar por Banshee desde Ubuntu 11.04.
Este reproductor multimedia ya ha sido motivo de un buen reportaje en dos partes de Metalbyte (primera parte, segunda parte) por la polémica que surgió respecto a las tiendas de música, pero si queréis conocer más sobre sus ventajas, podéis echarle un vistazo a nuestras recomendaciones, pero además también podéis enriquecer sus prestaciones con las extensiones que es posible añadir al reproductor. Como sucedía con Rythmbox, es posible conectar todo tipo de dispositivos -incluidos los iPod touch, por ejemplo, y además el soporte de Banshee en el menú de audio -para un mejor control de la aplicación desde la barra superior- es completo.
Shotwell, el gestor de fotos, ya debutó en Maverick Meerkat y confirma esa decisión en Natty Narwhal, mientras que en la reproducción de vídeo no hay sorpresas, y Totem sigue manteniéndose como la opción por defecto de Ubuntu 11.04. Personalmente no es un reproductor que me convenza demasiado, pero VLC está a un par de clics de distancia, como otros muchos reproductores en este sentido. Pitivi, al igual que Shotwell, vuelve a ser incluido por defecto en la distribución, así que si queréis editar vídeos podréis hacerlo desde el primer momento con esta solución.
En todas estas aplicaciones multimedia sigue faltando el soporte de códecs multimedia por defecto, algo que se soluciona en cuanto intentamos reproducir el primer fichero no soportado. Como ya era tradicional en Ubuntu, basta con intentar reproducir un MP3 para que aparezca un cuadro de diálogo que nos sugiere buscar e instalar los complementos (paquetes) necesarios para dar soporte a esta función.
Otra de las aplicaciones destacadas en Natty Narwhall es Firefox 4, un navegador que trata de ganar enteros con esta última versión aparecida el 22 de marzo de 2011 y que presenta una serie de novedades importantes en todos los frentes.
Contenidos del análisis
- Parte 1: Introducción
- Parte 2: Instalación
- Parte 3: Unity (Parte 1): Una revolución llamada Unity
- Parte 4: Unity (Parte 2): Menos es más
- Parte 5: Unity (Parte 3): Ayudas prácticas
- Parte 6: Unity (Parte 4): En la práctica
- Parte 7: Unity (Parte 5): La delgada línea entre el amor y el odio
- Parte 8: Las tripas del narval
- Parte 9: Todo un mundo de (nuevas) aplicaciones
- Parte 10: Un centro de software para gestionarlos a todos
- Parte 11: Cada vez más en la nube
- Parte 12: Conclusiones: Ubuntu 11.04 apunta maneras