Una prisión de Canberra, en Australia, ha anunciado que esta semana tendrá 30 PCs con Ubuntu preinstalado para que los que están cumpliendo allí su pena puedan tener acceso -limitado, eso sí- al correo electrónico y a Internet.
Los PCs están especialmente desarrollados para esa utilización por parte de una empresa llamada Cybersource que los ha llamado PrisonPC (no se han roto mucho la cabeza) y que ya habían sido instalados en una primera fase inicial en el centro de educación y la biblioteca de la prisión.
Cada ordenador podrá ser utilizado por un ala determinada de celdas por parte de los prisioneros, que tendrán acceso a ciertos sitios web mediante una lista blanca de webs permitidas. Lo mismo sucederá con los correos electrónicos: sólo podrán enviar mensajes a contactos aprobados por los supervisores de estos ordenadores.
Andreas Wullen, uno de los encargados de la implantación, indicó que «los PCs funcionan con Ubuntu, así que no nos tenemos que preocupar de licencias de otros sistemas operativos o de software. El apartado software del sistema es totalmente gratuito para nosotros«. Wullen indica además que se les ha proporcionado una interfaz similar a la de Windows no obstante para que los prisioneros puedan luego aplicar lo aprendido tanto en Ubuntu como en ordenadores con Windows una vez cumplan su condena. Una iniciativa interesante… si es que no hay en la cárcel algún «manitas» de la informática.