Interesante el post de LinuxHaxor en el que le echan un vistazo a cinco distros de seguridad que tienen una edición específica para ser instalada y ejecutada desde una llave USB. Aunque muchas distros generalistas ofrecen dicha opción, hay algunas que precisamente están pensadas no para ser probadas en ese formato, sino para ser utilizadas permanentemente desde la llave USB.
Dado el precio de las llaves de memoria o pendrives USB y su capacidad, acceder a esta opción resulta muy interesante para poder disfrutar de las virtudes de GNU/Linux sin tener que instalar nada en nuestro preciado disco duro. De hecho, resulta especialmente adecuado para algunas distros con una función muy específica, como se puede comprobar a continuación.
Las distribuciones mencionadas en el artículo original son las siguientes:
1. BackTrack
Probablemente una de las distribuciones más reputadas en formato USB, y que como muchos sabréis representa una completa solución de auditoría y monitorización de seguridad de todo tipo de sistemas. O hablando en cristiano: perfecta para tratar de hackear redes Wi-Fi :)
2. Knoppix STD
Con un objetivo similar al de BackTrack, la legendaria Knoppix también ofrece su edición Security Tools Distribution que, eso sí, hace tiempo que no se actualiza, pero que tiene una buena selección de herramientas de seguridad.
3. nUbuntu
Basada en Ubuntu y Fluxbox, esta distribución es un desarrollo relativamente nuevo y bastante activo que trata de aprovechar este tipo de formato para ofrecer una serie de herramientas de seguridad interesantes, que se complementan con unos cursos de formación y certificación que ofrece una empresa de seguridad italiana.
4. Network Security Toolkit
La distribución NST está basada en Fedora Live y tiene entre otras cosas una curiosa interfaz web para poder controlar el acceso y configuración de muchas de las herramientas disponibles.
5. Peento
Por el nombre ya podéis adivinar que en este caso la distribución de partida ha sido Gentoo, y han utilizado Enlightenment como entorno de escritorio -que no es precisamente un entorno ligero- y que dispone de herramientas interesantes como una aplicación de hackeo llamada Pyrit basada en computación GPGPU.
