Una pequeña pero interesante noticia que casi se nos pasa es la novedad que tiene reservada la próxima versión de Ubuntu a los usuarios con gráficas NVIDIA: controladores privativos incluidos -que no habilitados- por defecto en la imagen de instalación del sistema.
Así, los usuarios de Ubuntu 19.10 en adelante podrán disponer de soporte gráfico completo sin la necesidad de contar con una conexión a Internet. Hasta ahora había que instalar los controladores privativos a posteriori, apoyándose mientras tanto en los libres. A partir de ahora, simplemente con marcar la conocida opción de «instalar programas de terceros…» durante la instalación del sistema, se instalarán automáticamente tanto la versión reciente como la de mantenimiento de los controladores privativos de NVIDIA, sin descargar nada y según corresponda.
Esto significa que el tamaño de la imagen de instalación aumentará ligeramente, pero a cambio la instalación completa del sistema durará algo menos y concluirá ofreciendo el mejor soporte gráfico posible. Los controladores libres seguirán disponibles en todo caso y serán los utilizados de no marcar la opción mencionada, así como seguirán siendo los que se utilicen para el modo en vivo.
En resumen, se trata de una facilidad que Ubuntu ofrecerá a los usuarios con gráficas NVIDIA. Mal que pese, incluso en modelos viejunos el controlador heredado suele ser mejor alternativa que Nouveau. Si no por rendimiento, por estabilidad. No digamos ya los controladores recientes con gráficas recientes. Los usuarios de Intel y AMD no tienen ese problema.
Y en cuanto al hecho de meter más software privativo en la imagen de instalación… Lo lleva la ISO y el mismo kernel, por lo que marcar la opción de marras es el precio que hay que pagar por obtener la mejor experiencia posible. Aunque se puede elegir no pagarlo.