Ubuntu Cinnamon se convierte en sabor oficial de la familia Ubuntu. Hace tiempo que se hablaba de ello y aún más desde que esta edición extraoficial de la distribución de Canonical parecía aspirar a lo propio. El momento ha llegado, después de que la Junta Técnica de Ubuntu haya aprobado la solicitud del proyecto.
En efecto, la familia crece y, de hecho, este último año ha sido de los más prolijos en este sentido, con dos nuevas incorporaciones en un breve espacio de tiempo: a la edición principal de Ubuntu con el escritorio GNOME, a Kubuntu (KDE Plasma), Xubuntu (Xfce), Lubuntu (LXQt), Ubuntu MATE y Ubuntu Budgie (dejamos fuera a Ubuntu Studio y Ubuntu Kilyn por lo específico de sus propuestas) se les unió recientemente Ubuntu Unity, cuyo primer lanzamiento como miembro oficial fue el pasado Ubuntu 22.10.
Y ahora, repetimos, hace lo propio Ubuntu Cinnamon, cuyo estreno se espera para dentro de un mes. Menos, de hecho, pues la fecha de lanzamiento de Ubuntu 23.04 está programada para el próximo jueves 20 de abril. Mucho antes, en un par de días para ser exactos, debería ver la luz la versión beta, a su vez la primera prueba de que Ubuntu Cinnamon está cumpliendo con las reglas estipuladas por Canonical para con los sabores o ediciones oficiales de Ubuntu.
Para más datos, si Ubuntu Cinnamon quiere ofrecer una versión LTS el año que viene, es obligatoria que antes haya tenidos dos lanzamientos como edición oficial, los cuales serán Ubuntu 23.04 y Ubuntu 23.10. Dicho esto, Ubuntu Cinnamon no nació ayer. Todo lo contrario. De los sabores recientes de Ubuntu, es el más longevo: su primera versión se remonta a 2019 y desde entonces no ha fallado a sus correspondientes citas, si bien es cierto -hay que reconocerlo- que no con la intachable puntualidad del resto o, para el caso, de Ubuntu Unity.
Sea como fuere, eran tres los ‘remixes’ extraoficiales de Ubuntu que pululaban por ahí desde hace tiempo y dos ya son parte de la familia. El tercero en cuestión es UbuntuDDE, Ubuntu Deepin, el más tarambana de todos.