Parece que esta semana están cayendo lanzamientos de todo tipo: de lo más interesante, como fue el caso de Debian 8.5; a lo más anodino, como vimos ayer con NetOS. Pues bien, el punto intermedio lo va a poner KDE Neon 5.6, la primera versión de la distro del proyecto KDE en edición usuario.
Sobre qué es KDE Neon y por qué a pesar del empeño de sus desarrolladores la consideramos una distribución más ya nos hemos pronunciado en estas páginas, por lo que cualquier rezagado o desconocedor del tema encontrará en esas fuentes todas las referencias que necesita. Ahora, al grano.
KDE Neon 5.6 marca el verdadero arranque de una nueva distribución por y para KDE, léase el escritorio Plasma, que resulta tan ordinaria como atípica. Es decir, hablamos de una distribución basada en Ubuntu LTS, que de original tiene poco; al tiempo que lo hacemos de la primera distribución propia del proyecto que desarrolla el entorno de escritorio.
Lo importante es que KDE Neon promete una base estable y de soporte prolongado y un escritorio siempre a la última, además de plena compatibilidad con los repositorios y ventajas de soporte de Ubuntu. Como Kubuntu con los backports activados, sí, pero más vanilla si es posible y supuestamente en un futuro, cuando lo tengan todo más atado, con mayor fluidez en las actualizaciones.
Volviendo con el lanzamiento que nos ocupa, lo he estado probando un rato y es lo que cabía esperar en todos los aspectos: cual Kubuntu 16.04 con Plasma 5.6, pero bastante más verde de cara al usuario básico. Por ejemplo, faltan asistentes gráficos típicos en la familia Ubuntu que echará de menos quien no sepa manejarse por terminal. Por el contrario, el usuario más experimentado no tendrá problemas para hacerse con ella.
Creo que lo que más me ha gustado de KDE Neon 5.6 es el minimalismo a la hora de añadir aplicaciones por defecto, «asumiendo la capacidad del usuario para instalar sus propias aplicaciones después de la instalación«, comentan en el anuncio oficial. Y estoy de acuerdo. Eso sí, Discover, Descubre o como se llame la tienda de aplicaciones y único medio visual con el que gestionar el software, es un horror. Esperemos que sigan manteniendo Muon. Más datos y las descargas, en las notas de lanzamiento.
No hay mucho más que contar. Estamos ante la refundación de Kubuntu bajo un nombre diferente y con objetivos y procedimientos algo distintos, y tiene que madurar. Más allá de polémicas, es cierto que venir avalada por el proyecto KDE le otorga un plus a KDE Neon, pero tendrá que demostrar que lo vale. La primera impresión ha sido buena.