Aunque los portátiles han mejorado bastante en lo que se refiere a la autonomía, este sigue siendo un tema que preocupa a muchos usuarios, sobre todo a los de GNU/Linux, que a lo largo de la historia han tenido que tragar con épocas en las que veían que las baterías duraban mucho menos que en Windows y Mac.
¿Sigue siendo en la actualidad el tema de la autonomía tan dramático como en tiempos pasados? Sabiendo que Ubuntu no es precisamente una distribución que escatime en el consumo de recursos, fue interesante ver cómo Jason Evangelio dijo que en su XPS 13 la batería le duraba más que con Windows 10, una buena señal en favor de GNU/Linux en general y Ubuntu en particular, que posiblemente derive de ciertos esfuerzos realizados por otros.
Con todo, si hay una característica que define a Linux es la personalización, así que a pesar de las buenas opiniones, siempre se pueden llevar a cabo pasos adicionales, cambiar de entorno de escritorio e incluso de distribución para aumentar todavía más la autonomía de los portátiles. Hoy vamos a mencionar una serie de pequeños trucos que pueden ayudar a aumentar la duración de las baterías.
Instala TLP
TLP es el programa de gestión de energía más popular de su categoría y está disponible en los repositorios de una gran cantidad de distribuciones, entre las que se encuentran, como no podía ser de otra forma, las más populares.
TLP ofrece opciones avanzadas para poder apagar y encender componentes concretos que suelen hallarse en los portátiles, como el Bluetooth, la Wi-Fi y las conexiones de red. Se gestiona mediante interfaz de comandos y suele estar compuesto por dos paquetes, tlp (el programa y servicio) y tlp-rdw (asistente de configuración). Algunas distribuciones ofrecen desde sus repositorios interfaces gráficas para utilizarlo.
Con el fin de facilitar lo máximo su utilización, TPL incluye por defecto una serie de configuraciones que pueden mejorar la autonomía del portátil, aunque los usuarios que quieran afinarlo más pueden modificar el fichero “/etc/default/tlp” con la ayuda de la documentación oficial.
Una característica interesante de TLP es el comando tlp-stat, que invocado con permisos de administración ofrece una información estadística detallada de la batería junto con algunos consejos que pueden ayudar a aumentar su duración, ya sea inhabilitando servicios, estableciendo configuraciones adicionales e incluso instalando herramientas.
sudo tlp-stat
Para habilitar servicio de TPL mediante systemd hay que ejecutar el siguiente comando:
sudo systemctl enable tlp
Y para inhabilitarlo hay que ejecutar esto:
sudo systemctl disable tlp
Tenlo todo bajo control con PowerTOP
Como es obvio, los distintos programas y aplicaciones en ejecución tienen mucho que ver con la energía que está utilizando el portátil, y esto impacta en la duración de la batería. Para obtener una información más precisa sobre el consumo de energía y ver si se puede prescindir de estos existe PowerTOP.
Es importante tener en cuenta que PowerTOP no es un programa que compita con TLP, sino que más bien es algo complementario, aunque también ofrece posibilidades de gestión de la energía. Para obtener una información del consumo de energía realizado por los programas y las interfaces solo hay que introducir el siguiente comando:
sudo powertop
En caso de no tener una experiencia satisfactoria con la gestión de la energía, se puede calibrar PowerTOP con el siguiente comando:
powertop --calibrate
El entorno de escritorio, otro elemento a tener en cuenta
En MuyLinux hemos comentado muchas veces, dejando a un lado al navegador web y aplicaciones específicas, el entorno de escritorio es lo que más consume en Linux, quedando muy por encima del resto de componentes juntos. Esto quiere decir que ahí hay mucho margen para recortar y disminuir el consumo de recursos del ordenador.
En consecuencia, la mejor medida que se puede tomar es prescindir del entorno gráfico y usar el sistema desde la consola, pero como esto sería poco práctico para la mayoría, otra posibilidad es recurrir a entornos que consuman menos que los dos colosos: Plasma 5 y GNOME Shell. A continuación mencionaremos tres alternativas de la más ligera a la más pesada:
- Openbox: Utilizar este gestor de ventana de forma pelada puede ser una buena forma de tener un entorno mínimo para el despliegue de aplicaciones gráficas.
- LXDE: Utiliza el ya mencionado Openbox como gestor de ventanas. Su ventaja es que se trata de un entorno de escritorio completo escrito en GTK, aunque posiblemente termine quedándose algo corto para perfiles de usuario exigentes con las funciones básicas o resulte difícil de utilizar los menos habilidosos.
- XFCE: Es más exigente que los dos anteriores, pero es más ligero que GNOME Shell y Plasma 5, aunque frente al segundo su principal diferencia son los menores requisitos a nivel GPU, ya que a nivel de RAM los encargados de KDE llevan años haciendo un trabajo realmente impresionante.
El decidir cómo utilizar el sistema depende del usuario y sus preferencias. Con el fin de facilitarle las cosas en lo máximo posible al usuario menos habilidosos, en MuyLinux propondremos las siguientes distribuciones para que todo resulte más amigable:
- Manjaro XFCE: Manjaro ofrece un sistema bastante optimizado y con muchas herramientas que facilitan la vida al usuario común (algunas de ellas inspiradas en las de Ubuntu). En un portátil instala por defecto PowerTOP y TLP, lo que allana bastante el camino para no tener que lidiar con una gran cantidad de configuraciones tras el primer inicio.
- openSUSE con XFCE: Otra solución cómoda para el usuario con perfil más básico. openSUSE ofrece a través de Yast un potente administrador gráfico a nivel del sistema y hay muchos repositorios comunitarios que pueden ayudar a obtener software faltante. Incluye TLP por defecto cuando se instala en un portátil.
No obstante, este apartado va dedicado a casos y exigencias extremas, pues ahorrar algo de batería a costa de la experiencia de usuario puede no ser un cambio admisible por muchos usuarios.
Más elementos a tener en cuenta
Más allá de las herramientas de gestión de energía, que abarcan lo que vamos a comentar en este apartado, es importante tener en cuenta qué periféricos e interfaces realmente se necesita tener activas.
En los portátiles el elemento que más energía consume es la pantalla, así que ajustar el brillo al mínimo necesario termina siendo determinante para no agotar la batería antes de tiempo. También se puede contemplar la inhabilitación de servicios como el del Bluetooth en caso de no usarlos nunca. No tener la Wi-Fi activa cuando no hace falta es otro elemento que puede ayudar en este sentido.
Conclusión
Como vemos, en GNU/Linux se pueden tomar muchas medidas para mejorar la autonomía de un portátil. Sin embargo, si se tiene en cuenta la experiencia de un usuario que aparentemente no es especialmente habilidoso en esto de la computación, como en el mencionado caso de Jason Evangelio, en un portátil moderno se puede tener la suerte de no tener que preocuparse por estos detalles.