Este tipo de listas ya son bastante famosas, pero es bueno recordarle a los usuarios de Windows que migrar a alternativas GNU/Linux es mucho más fácil de lo que piensan, aunque obviamente se encontrarán con diferencias al trabajar con una y otra opción.
Los desarrolladores de distribuciones Linux se esfuerzan por hacer que la filosofía de uso sea más o menos similar a la de otros sistemas operativos, pero la propia concepción de GNU/Linux hace que haya algunas diferencias que merece la pena recordar. ¿Cuáles?
Pues tal y como indican en el post original HandleWithLinux del que adapto la lista, habría que recordar 10 puntos importantes:
1. No hay registro en Linux: las configuraciones del sistema se editan de otro modo.
2. Todo en Linux es un fichero: todo, incluso los dispositivos y otros conceptos abstractos de sistemas operativos tienen un fichero asociado.
3. En Linux no hay letras de unidad: adiós a C:, D:, etc.
4. Debes ver la terminal de comandos como algo similar al editor de registro (aunque hace mucho más)
5. Si estás acostumbrado a la consola de Windows hay algunas diferencias: por ejemplo, la barra de separación de rutas es normal («/»), no invertida («\»), y debes recordar algunos comandos como ls (dir), cp (copy) o mv (rename).
6. Acostúmbrate a completar con el tabulador: Indispensable para linuxeros.
7. Páginas de manual con man: ayudas en todo momento de comandos del sistema.
8. Instala con gestores de paquetes: normalmente no hay paquetes de instalación como tales, y cualquier aplicación o juego se instala a través de un gestor de paquetes (Synaptic/apt-get en Ubuntu, YaST/zypper, etc).
9. No hay ejecutables (.EXE) como tales: hay binarios ejecutables que simplemente tienen uno de sus atributos que especifican que se pueden ejecutar.
10. Puedes ejecutar programas en tu directorio actual: poniendo ./nombreprograma (por ejemplo «./firefox»).
Una lista curiosilla, aunque con algún apartado no demasiado relevante, ¿no creéis?