Radar COVID es la app española para controlar la pandemia provocada por el coronavirus, esa en la que nos vemos inmersos desde el pasado marzo, que se dice pronto. Siendo más exactos, es la app con la que el Gobierno intentará mejorar el rastreo de los contagios y predecir los posibles rebrotes. No es nada nuevo porque estrategias similares se llevan realizando en medio mundo desde hace tiempo, pero es por la que se ha apostado en España.
La app, disponible para Android e iOS, lleva unas semanas en modo de pruebas y está previsto que el próximo 15 de septiembre se ponga en marcha en todo el Estado. No obstante, a pesar de que desde instancias oficiales se espera que la aplicación sea utilizada masivamente por la ayuda que puede suponer -y hay ensayos internacionales que lo respaldan- para lidiar con la expansión del COVID-19, Radar COVID no deja de ser un sistema de rastreo, gestionado además por el mismo Gobierno.
En otras palabras, se trata de un invento que no inspira confianza en materia de privacidad, razón por la cual desde la SEDIA (Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial), órgano encargado del desarrollo de Radar COVID, se prometió la liberación del código fuente de todo el software, con el propósito de aportar la transparencia que solo el código abierto ofrece. Y han cumplido: Radar COVID ya puede ser considerado como software libre.
Radar COVID: ¿qué datos recoge?
La descripción de Radar COVID es concisa e insistente con el tema de la privacidad:
Radar COVID te avisa de manera anónima del posible contacto que has podido tener en los últimos 14 días con una persona que haya resultado infectada utilizando la tecnología Bluetooth de bajo consumo.
Radar COVID además permite:
- Comunicar de forma anónima tu diagnóstico positivo.
- Comunicar la exposición de forma anónima a las personas con las que has estado en contacto
Radar COVID garantiza la seguridad y privacidad y es 100% anónimo. Por ello no solicitamos ni tu nombre, ni tu teléfono, ni tu correo electrónico.
Radar COVID asegura asimismo que no recoge ningún dato de geolocalización, GPS o de carácter temporal, por lo que la información almacenada solo sirve para el repetido aviso entre posibles contactos de riesgo, pero no para identificar a nadie… en principio. En final, la liberación del código fuente es el acto con el que avalar que todo lo que se sostiene es tal cual. Y no hay por qué dudar de que así sea.
Radar COVID, de hecho, no es un desarrollo de cero, sino que se basa en las API de rastreo de Apple y Google para el coronavirus y en otras tecnologías abiertas. Todos los componentes del proyecto están disponibles en GitHub, incluyendo el software de servidor y el de las aplicaciones móviles para Android e iOS, cuya descarga se puede encontrar ya en Google Play y la App Store, respectivamente, aunque como se ha indicado, en principio todavía no opera en todo el territorio nacional.
En cuanto a la licencia, la elegida ha sido la Mozilla Public License 2.0, de manera que podemos denominarlo tanto software libre como software de código abierto.
El reto de Radar COVID no es el código o la privacidad
Se haya polemizado más o menos con las implicaciones de privacidad que esta liberación del código de Radar COVID viene a mitigar, lo cierto es que los principales obstáculos a los que se enfrenta la aplicación en su intento por llegar a cuantos más hogares mejor, son su descubrimiento y condicionalidad. Es decir, que la gente conozca la aplicación y que la instale. Y aunque seguro que se promociona por todos los canales posibles, hay que hacer el esfuerzo de buscarla e instalarla, lo cual es opcional.
No solo eso: la aplicación tira del Bluetooth y, como es evidente, está siempre activa en segundo plano, con el aumento del consumo que todo ello conlleva. Luego está el manejo de la propia aplicación, ya que no consiste únicamente en llevarla instalada y activada: es imprescindible utilizarla -su funcionamiento es sencillísimo- y, por ejemplo, en el caso de ser diagnosticado como positivo en COVID-19, dar la alarma voluntariamente. Habrá que ver si se masifica como se espera o no.
Pese a ello, y también pese a que aún no se ha completado su despliegue a nivel nacional, Radar COVID suma ya varios millones de instalaciones y una valoración media positiva en las dos grandes tiendas de aplicaciones móviles.