En el último año y medio mi trayectoria como gamer ha estado a caballo entre Windows y GNU/Linux, pasando por diversas distribuciones, aunque actualmente me he quedado con Ubuntu LTS en mis ordenadores de producción.
Hasta ahora no he tenido quejas sobre los juegos que salen tanto para GNU/Linux como para Windows en Steam, sobre todo porque no notaba ninguna diferencia importante entre las versiones. Metro: Last Light (el original, no el Redux), que no puedo poner al máximo de sus posibilidades gráficas, me ha dado problemas similares en ambos sistemas provocados por mi CPU, un Intel Core 2 Quad, que parece llegar un poco justo para ejecutar dicho juego. El resto de mis juegos son en su mayoría antiguos o indies, funcionando perfectamente en ambos sistemas, así que decidí jugarlos sobre GNU/Linux con el fin de darle un pequeño impulso como sistema para juegos.
Sin embargo ha habido un juego que rompió aquella tendencia, Borderlands 2, debido a que su rendimiento era muy diferente según el sistema sobre el que lo ejecutaba. Sobre Windows todo iba perfecto, fluido, podía jugarlo al máximo sin despeinarme, mientras que sobre Kubuntu 14.04 LTS iba mal, ni con con una configuración baja a nivel de gráficos conseguía una fluidez decente. Teniendo en cuenta los antecedentes con otros juegos, incluido el exigente Metro: Last Light, llegué a la conclusión de que Borderlands 2 para GNU/Linux estaba mal optimizado, pero el día de ayer descubrí que estaba algo equivocado.
A veces uno encuentra soluciones donde menos lo espera, y en GNU/Linux es algo que me ha pasado muchas veces. La mejora en el rendimiento de Borderlands 2 ha sido algo conseguido sin querer mientras buscaba una solución para instalar Wine.
Los que usan el blob privativo de NVIDIA habrán visto que cuando quieren instalar Wine el proceso de instalación elimina la versión de OpenCL de NVIDIA, así que decidí seguir la instrucciones que aparecían en la respuesta marcada como la mejor aquí, instalando los paquetes nvidia-cuda-toolkit y ocl-icd-opencl-dev.
apt-get install nvidia-cuda-toolkit ocl-icd-opencl-dev
Si no queréis estar usando la consola, podéis usar el Centro de Software de Ubuntu o bien algún gestor de paquetes como el viejo pero funcional Synaptic.
Sabía que el paquete ocl-icd-opencl-dev, una implementación Open Source de libOpenCL.so, desinstalaba la versión de OpenCL de NVIDIA, lo que me generaba cierto temor por el hecho de que los juegos de Steam no volviesen a funcionar, en especial los más potentes a nivel gráfico, Borderlands 2 y Metro: Last Light.
Después de instalar las modificaciones decidí reiniciar y probar nada más introducir mi contraseña Metro: Last Light y Borderlands 2. El primero siguió igual, no iba mejor, pero tampoco peor, así que me di por satisfecho. Después le llegó el turno a Borderlands 2, mi “juego maldito” a nivel de rendimiento, y mi sorpresa fue mayúscula al ver que no solo arrancaba, sino que su rendimiento había mejorado bastante. Me dirigí a The Fridge, una de las localizaciones que más ralentizaciones me provocaban y, a pesar de que sigue sin estar al nivel de Windows, era totalmente jugable e iba fluido. Fui poco a poco subiendo el nivel de los gráficos, activando características como el FXAA, la oclusión ambiental o poniendo el filtro anisotrópico a 16x, y vi que el juego iba muchísimo mejor que antes, aunque al final he tenido que optar por una configuración de calidad media alta en los gráficos para evitar las ralentizaciones. Pese a todo la mejora en el desempeño del juego es más que palpable.
Además de mejorar mucho el rendimiento de Borderlands 2 sobre mi Kubuntu 14.04, también puedo usar Wine como siempre lo había hecho, así que he ganado en todos los sentidos. Lo malo es que al jugar casi todo el tiempo a Borderlands 2 sobre Windows mi compra ha contado para el sistema de Microsoft.
