Lo admito: prefería la anterior versión de GRUB. La nueva versión que han incluido en Ubuntu 9.10 me parece un tostón, porque por muchas ventajas que tenga me es especialmente incómoda de tocar. A menudo tengo que editar el menú de arranque tras la instalación o desinstalación de distribuciones Linux -y otros sistemas operativos- y GRUB 2 no me lo pone fácil.
No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero para todos nosotros ya hay una serie de ayudas que permiten comprender algo mejor la estructura de este gestor de arranque algo críptico y que teóricamente está mejor pensado para que no meta la mano cualquiera.
Si no queréis hacer caso de esas advertencias y preferís tratar de configuraros GRUB 2 a vuestro antojo, hay un artículo de Linuxers.org que seguramente os vendrá como anillo al dedo.
En dicho artículo se habla de la configuración de GRUB 2 en Ubuntu 9.10, pero en realidad los principios son válidos si estáis tirando de este gestor de arranque en otras distribuciones.
En el artículo se habla de cómo añadir o eliminar entradas al fichero de configuración de GRUB 2, y también se habla de qué tipo de ficheros intervienen en dicha configuración, que nos hará olvidarnos del legendario menu.lst para lidiar con el fichero grub.cfg, que por otro lado es de solo lectura… aunque esto solo sea una «máscara» para poder evitar metidas de pata, como explican en el texto.
De hecho, hay otra ayuda especialmente útil, de la que hablamos en nuestro extenso análisis de Ubuntu 9.10 en MuyComputer y que también podrá serviros como referencia. Dicho artículo se encuentra en UbuntuForums, y es también otro de los recursos imprescindibles para poder superar las barreras que impone GRUB 2.
