Ya os advertíamos hace unos días que detrás del uno va el dos y siempre que sale una nueva versión de Tor Browser, le sigue poco después una nueva versión de Tails, la distribución Linux para los amantes del anonimato en Internet o, como se describe el proyecto a sí mismo, «sistema operativo portátil que te protege de la vigilancia y la censura».
Habitualmente solemos relegar cada nueva versión de Taisl al PINGporque sus novedades tienden a ser escasas, aunque lo recordamos sin excepciones pues a pesar de lo estático del sistema, es imprescindible mantenerlo actualizado para que funcione con las mayores garantías. A saber, Tails se basa en el software del proyecto Tor, que no se reduce solo al navegador, sino a un completo sistema con en que anonimizar las conexiones y navegación por Internet.
Así, gran parte del desarrollo de Tor se centra en descubrir y parchear vulnerabilidades, hecho extensible al resto de software sobre el que funciona o que proyectos como Tails incorporan. De ahí que sea tan importante utilizar siempre la última versión que haya salido. Dicho lo cual, existe desde hace bastante tiempo el debate de cuán seguro es Tor, o de si su seguridad es superior o no a usar una red VPN.
Algunos de los documentos de la NSA filtrados por Edward Snowden en 2013 ya apuntaban a que la agencia había conseguido romper los protocolos de Tor, y desde entonces se vienen dando informaciones similares de tanto en cuando, con explicaciones más o menos peregrinas: hay, por ejemplo, quien no admite que la seguridad de Tor sea menor, sino que mediante diferentes técnicas que no implican la vulneración del sistema es posible llegar a identificar a un usuario.
Sea como fuere, Tor sigue siendo un servicio utilizado por colectivos e individuos para asegurar su actividad en línea, es software libre, su desarrollo se mantiene activo y salvo que seas James Bond o algo parecido, es lo más potente que hay al alcance del común de los mortales, a tenor de que detrás de una VPN siempre hay alguien que sabe quién se está conectando a la misma. De esto último, por cierto, trata la principal novedad de Tails 4.20.
Si las mejoras habituales de Tails suelen ser «actualizaciones en los paquetes», Tails 4.20 nos da una razón más para dedicarle este espacio, además de su numeración redonda: la distro estrena un nuevo asistente de conexión a la red Tor, diseñado para elegir la mejor forma de hacerlo sin complicarse la vida: la conexión directa tradicional, recomendable para la mayoría de casos de uso y una segunda vía más específica para ocultar a la propia red local.
Nuevo asistente de conexión a Tor de Tails
«Este nuevo asistente es más útil para los usuarios que tienen un alto riesgo de vigilancia física, están sometidos a una fuerte censura de la red o tienen una mala conexión a Internet», explican los desarrolladores de Tails. «Protege mejor a los usuarios que necesitan pasar desapercibidos si el uso de Tor puede parecer sospechoso para alguien que monitorea su conexión a Internet(control parental, pareja abusiva, red de trabajo o escuela, etc.)».
Este segundo tipo de conexión se realiza a través de puentes de Tor (obfs4) y aunque es más seguro, también resulta en una velocidad de conexión menor, lo cual es un factor a tener muy en cuenta. Puede que -más allá de lo que se diga- Tor se muy seguro, pero también es muy lento por lo general, motivo por el cual tanta gente prefiere pagar por una VPN.
No obstante, esta es solo la primera iteración del nuevo asistente de conexión a Tor de Tails. En futuras versiones se espera mejorar sus funciones, por eSi te interesa probar Tails 4.20 o quieres actualizar la imagen, en la página de descargas oficial encontrarás medios para poner a punto el sistema desde Linux, macOS o Windows.jemplo permitiendo guardar los puentes de Tor configurados en el almacenamiento persistente (recuerda: Tails es una distro para usarse en vivo, no para instalarse en disco como cualquier otra), entre otras.
Pero hay más: Tails 4.20 incluye la nueva versión de OnionShare, una herramienta basada en la red Tor con la que se puede compartir archivos, comunicarse e incluso alojar sitios web de forma segura y anónima; actualiza aplicaciones como el gestor de contraseñas KeePassXC o el propio Tor Browser y, por supuesto, actualiza paquetes del sistema y corrige fallos varios.
Si te interesa probar Tails 4.20 o quieres actualizar la imagen, en la página de descargas oficial encontrarás medios para poner a punto el sistema desde Linux, macOS o Windows.
