Hablando siempre de rendimiento y únicamente con las frías cifras que arroja la batería de pruebas de turno, GNU/Linux vence una vez más a Mac en su propio terreno, un flamante MacBook Air basado en Intel Haswell y gobernado por la última versión del sistema operativo de Apple, OS X 10.11.1 alias «El Capitan».
O sea que en Phoronix repiten sus experimentos con similares resultados y salvando alguna prueba puntual, Linux barre con OS X. En esta ocasión, además, no se trata solo de un Ubuntu con Xfce y versiones en desarrollo de los paquetes del stack gráfico, sino de Fedora 23, Ubuntu 15.10 y Antergos con la configuración de software que traen por defecto. La máquina tabién es la misma: procesador Intel Core i5 4250U, gráfica integrada Intel HD Graphics 5000, 4 GB DDR3 de mamoria RAM y unidad SSD Apple de 120 GB.
El resumen es que ejecutándose en igual hardware, GNU/Linux resulta mucho más eficiente que OS X en ciertas tareas. Y a pesar de que el «palizón» no es tan rotundo como lo fue la otra vez, con Ubuntu «pulverizando» a OS X sin paliativos, es agradable seguir constatándolo a medida que pasa el tiempo, más cuando se utiliza para la comparativa distros en curso. Ahora bien, precaución con los datos. Como decimos y repetimos siempre en estos casos, los benchmarks son interesante como un indicador más, pero nunca deberían ser tomados como ciencia exacta, mucho menos confundirlos con la experiencia del usuario final.
Quizás en esos términos -comparando la experiencia de usuario- hubiese un cambio de tornas, aunque tampoco hay que darlo por sentado: el escritorio Linux estará por detrás en según qué cosas, pero también está por delante en otras. Así que la cuestión es, ¿habrá alguien que se compre un MacBook Air para instalarle Linux? Aparte de Linus Torvalds, claro.
