Linux, que hace mucho que que es un éxito comercial en las altas esferas de la computación, en la empresa, está entrando en el mercado de consumo lentamente: Ubuntu, Firefox OS, Sailfish OS o Tizen son algunos ejemplos de ese avance. Y luego está Android, cuyo calado y rapidez en triunfar están fuera de toda duda.
En el mercado de consumo, el que atañe al usuario final, Android es lo mejor que le ha pasado a Linux. En la última Google I/O en junio el gigante de Internet presumía de más de 1.000 millones de usuarios activos, lo que supone un argumento incontestable que, además, ha seguido creciendo. Cuando publicamos el artículo Linux supera los 1.000 millones de usuarios…, puntos suspensivos incluidos, no faltaron las críticas por meter en el mismo saco a Android y Linux, claro, aunque el artículo hablaba precisamente de esa sinuosa relación -de ahí los puntos suspensivos.
Por aquí, cuando decimos Linux, o nos referimos al núcleo o a GNU/Linux, no hay más. Pero Firefox OS, Sailfish OS, Tizen y Android también son Linux, guste o no. El problema en estos casos es que no son «el Linux de todos», sino el de una empresa u organización. Android, asimismo, ha engordado tanto que eclipsa al resto.
De hecho Android es tan grande que prácticamente se ha conformado como el GNU/Linux de la movilidad, sin serlo. No vamos a entrar en temas técnicos -cuánto tiene de GNU Android- o semánticos -si las distribuciones GNU/Linux son más o menos de lo que indica el término- pero es difícil negar que Android es el estándar móvil actual basado en Linux y que por encima de las alternativas mencionadas, están derivados de éste más cerrados y o más abiertos.
Así, se da una «paradoja» por la muchas personas solo usan Linux en su teléfono, y al igual que un tiempo atrás se ensalzaba a Ubuntu como sinónimo de Linux, algo parecido sucede en este caso. El Linux que van a conocer esas personas lo maneja una única compañía con sus propios intereses y que lo hace muy bien con según qué cosas y muy mal con otras.
Lo chapuza más reciente nos la contaban ayer en MuyComputer: Google no lanzará actualizaciones de seguridad para versiones anteriores a KitKat, dejando unos 930 millones de dispositivos desatendidos. Y lo peor es que no es una ocurrencia inédita, es la forma de actuar de Google desde que Android es Android. Ya en 2011 acusaron a la plataforma de “práctica de negocio fraudulenta y engañosa” por este motivo y nada ha cambiado, por lo que se ve.
Por lo tanto, sí, Android es lo mejor que le ha pasado a Linux, su mayor éxito comercial. Pero también es lo peor que le ha pasado a Linux, porque no existe el más mínimo respeto por el usuario y podríamos dar unos cuantos ejemplos más, pero nos quedamos con el que más duele, el de la seguridad. Una vergüenza.