Hace tiempo que Canonical anunció que reduciría el tiempo de soporte de las versiones comunes, sin embargo parece que muchos usuarios todavía no se han dado cuenta del giro que esto supone y cuál es el nuevo enfoque que ha querido dar Canonical a su soporte.
Antiguamente Canonical daba año y medio para las versiones comunes, 3 años de soporte para las LTS desktop y 5 años de soporte par las LTS server. Después se anunció que 12.04 tendría 5 años de soporte ya sea en su versión desktop o server, cosa que fue aplaudida por todo el mundo, y luego anunció que a partir de la 13.04 el soporte de las versiones comunes sería de tan solo 9 meses. No sé si Canonical ha explicado las razones de esos cambios a través de algún medio oficial, pero independientemente de que lo haya hecho o no, vamos a explicarlo.
¿Por qué 9 meses para las versiones comunes?
Estaba claro lo que pretendía con este giro, convertir las versiones comunes en versiones dirigidas a desarrolladores, testers y personas con versionitis aguda, mientras que las versiones TLS van enfocadas a los usuarios comunes y personas que por las razones que sean necesitan de un soporte largo y estable, como por ejemplo un entorno de coporativo.
El empalmar las LTS con 5 años de soporte y las versiones comunes con año y medio hacían que a Canonical se le acumulase el trabajo, teniendo que dar soporte a un gran número de versiones de Ubuntu. De hecho con las LTS a 5 años se les podían empalmar tres LTS con tres comunes, lo que hacía un mantenimiento de seis versiones, algo que era posiblemente demasiado para la empresa con sede en la Isla de Man. Reduciendo el soporte de las versiones comunes a 9 meses consiguió soltar lastre y poder centrar su suporte en las LTS, destinando las otras versiones a labores más enfocadas al desarrollo y prueba de tecnologías que se supone que tienen que llegar estables a las LTS.
¿Error en la política de comunicación?
Aquí nos encontramos con un posible error de Canonical en su política comunicativa, ya que un usuario común puede tomar las versiones Ubuntu LTS como “las versiones raras” debido a su sobrenombre, mientras que a las otras las toma por los lanzamientos destinados para ellos cuando no es así. Lo suyo habría sido haber llamado a las versiones con 9 meses de soporte Development Version y dejar las LTS sin sobrenombre para que el usuario común entienda que lo que le conviene es usar una versión LTS con sus 5 años de soporte, que le garantizará un sistema estable y que podrá usar durante un largo periodo de tiempo, y es que 5 años es prácticamente el tiempo de vida medio de un PC.
LTS es la versión “normal”
Como he dicho en el artículo, las LTS son las versiones destinadas al usuario común, o sea, son las versiones estables de Ubuntu, mientras que las versiones con 9 meses de soporte casi podríamos encajarlo como la rama Testing, ya que 9 meses de soporte son absurdos para un entorno de producción, incluso para el usuario común, para el que no tiene sentido actualizar su sistema operativo cada pocos meses.
¿Qué versión de Ubuntu usar ahora?
Todo depende de lo viejo que sea vuestro ordenador. Si ya tiene unos años 12.04 os irá de perlas y podréis disfrutar de él hasta la salida de Ubuntu 14.04.1 en caso de no querer agotar su soporte. Sin embargo, si vuestra máquina es reciente posiblemente lo que os convenga sea usar la versión 13.10 hasta agotar su soporte y luego actualizar a Ubuntu 14.04. En caso de seguir este último camino recomiendo separar la partición raíz de la home, ya que reinstalar el sistema siempre ofrece más garantías que una actualización de versión.