Tradicionalmente los servidores han sido pensados como grandes máquinas con lo último de lo último en componentes como el procesador, la memoria o el almacenamiento, pero esta situación de crisis económica que vivimos ha hecho que la eficiencia energética sea un factor esencial para el segmento de la tecnología y los servidores.

Tanto es así que desde hace tiempo están apareciendo propuestas de servidores basados en procesadores ARM, que normalmente encontramos en tablets o smartphones, y que son mucho menos potentes que los tradicionales micros de AMD o Intel que encontrábamos en esos servidores, pero mucho más eficientes.

Así, tenemos un equilibrio entre eficiencia y potencia que es ideal para algunos escenarios, y Dell no se ha querido desmarcar, presentando sus nuevos servidores ARM, las unidades PowerEdge C5000, un chásis 3U con un formato blade que hace uso de 4 procesadores ARM (en concreto, los Cortex A15, quad-core que van hasta los 2,5 GHz) con una unidad SATA por cada uno de ellos.

Un chásis Copper de este tipo es capaz de albergar 48 discos duros o unidades SSD con una alimentación de tan solo 750 vatios, que es el equivalente de un PC «para jugones» de alta gama actual. Cada blade tiene un módulo RAM DIMM de hasta 8 Gbytes y un puerto GbE.

Otra de las peculiaridades de estos sistemas es la preinstalación de Ubuntu y Fedora en sus ediciones ARM en estas máquinas, y parece que Red Hat pronto ofrecerá una versión de RHEL para ARM que Dell también podría preinstalar, demostrando así que el futuro de Linux en servidores sigue garantizado.