Se trata de una demanda que viene de lejos, sostenida por muchos, mucho antes de que Elon Musk comprase la compañía: publicar el algoritmo de Twitter como código abierto. Y, de fiarnos de lo que ha dicho el amado líder, sucederá la semana que viene, aunque nos advierte para que las expectativas no sean muy altas, no se sabe bien por qué.
El tema de los algoritmos en redes sociales viene de lejos igualmente, y es que es la principal forma de manipulación que tienen estas plataformas para favoreces sus propios intereses. Algo que podría parecer claro a priori, pues para algo con compañías privadas, pero que no es así, dada la relevancia que tienen en las vidas de todos. Especialmente, Twitter.
Puede que Twitter no sea la red social más popular del planeta si nos atenemos a su número de usuarios activos, pero es sin duda la más relevante en lo que generar información pública se refiere. En Twitter están dese famosos a políticos, empresas e instituciones de todo tipo, etc; y muy a menudo la utilizan por plataforma de comunicaciones para lanzar sus comunicados -aunque estos se hayan publicado previamente en su sitio web.
Así, no es de extrañar que el algoritmo de Twitter, ese que ordena lo que sale en el timeline de cada usuario, ese que destaca u oculta información a las masas, haya sido tradicionalmente objeto de desconfianza. Para todo el mundo mínimamente interesado en el asunto y también para Elon Musk, crítico donde los haya del servicio que ahora dirige.