A mediados de 2011 Mark Shuttleworth expuso en abierto su aspiración máxima: 200 millones de usuario de Ubuntu en un plazo de cuatro años. Cuatro años que ya se han cumplido… ¿consiguiendo el objetivo?
El asunto de marras reflota estos días en la prensa afín dando a entender que no, no se ha conseguido. Y eso parece, ¿verdad? Especialmente con noticias de este mismo año que apuntan a 20 millones de usuarios como cifra más o menos oficial. Tal y como se dice en ese artículo, sin embargo, es imposible dar nada por sentado por lo de siempre: es imposible realizar una medición certera por el tipo de distribución del Open Source, aunque indicativos de que no ha llegado, haberlos haylos.
Canonical se ha visto obligada por la realidad a aplazar sus planes para con el multidispositivo, la famosa convergencia de la que tanto hemos hablado -y hablaremos- y en la que Microsoft está adelantando por la izquierda y con el intermitentes puesto desde varios kilómetros antes… Aunque, quizás y solo quizás, el sueño esté más cercano de lo que podamos imaginar.
Pero a su vez la compañía ha posicionado realmente bien a Ubuntu como solución para servidores, donde tendría ahora en torno a un 11% de cuota de mercado según algunas estadísticas,lo que la situaría casi al nivel de Debian; así como en la ascendente tendencia del Internet de las cosas, que puede ser el principio de muchas cosas, valga la redundancia.
Claro que a lo que se refería Mark Shuttleworth es a usuarios finales de consumo, de PC, de smartphone, tablet, TV… Los mil y un sitios en los que está integrado Ubuntu de una forma u otra no cuentan, por más que den servicio a cientos de millones de personas.