No está totalmente cerrado este caso, pero salvo sorpresa de última hora -y en Debian no suelen jugar a eso- el escritorio por defecto de la distribución es y seguirá siendo GNOME.
La discusión viene de hace más de dos años, cuando el desarrollador Joey Hess impulsó a Xfce como entorno de escritorio predeterminado en Debian 7. El motivo que se dio entonces fue principalmente que el tamaño para empaquetar GNOME al completo excedía el del CD de instalación del sistema, aunque el rechazo generalizado a las primeras versiones de GNOME 3 también tuvo su peso.
Como sabemos, Wheezy llegó, como siempre, con GNOME al frente. Hess, sin embargo, volvió a plantear el cambio a finales del años pasado, en esta ocasión, de cara a Debian 8 y con otros impedimentos a superar: los números de Popcon (estadísticas de uso paquetes) para GNOME en Jessie, el soporte de accesibilidad y la aceptación del nuevo paradigma de escritorio.
¿Se han solucionado los problemas? No del todo, pero sí lo suficiente como que Joey Hess esté «alrededor de un 80% seguro» de que GNOME permanecerá en su sitio. Además, su integración con systemd es un punto a favor.