Hace unos meses Skype se metió en un problema legal, acusado de no respetar los términos de la licencia GPL, que especifican claramente que cuando uno distribuye software con esta licencia, debe además proporcionar el código fuente. Sin embargo eso no se cumplía con su SkypePhone WSKP100, un teléfono compatible con el servicio y que utilizaba software GPLv2.
Eso hizo que el portal gpl-violations.org se pusiese en marcha para demandar a la empresa por no seguir las directrices de esta licencia software, y aunque apelaron con alguna razón bastante tonta -como que la GPL no tenía validez en Alemania, ya que entraba en conflicto con las leyes antimonopolio- finalmente han abandonado el recurso y cederá a los requisitos de la GPL.
Una victoria para el software libre. Al fin.