Todos sabemos que prácticamente para cualquier apliación propietaria y cerrada existe una alternativa Open Source que en muchos casos iguala e incluso supera a su alternativa comercial. Puede que haya ciertas áreas específicas en las que las soluciones a medida y las aplicaciones propietarias ofrezcan demasiadas ventajas como para que no compense el uso de herramientas Open Source (si es que las hay), pero cada vez es más frecuente encontrar casos en los que se demuestra que esta filosofía de desarrollo es perfectamente válida tanto para el usuario final como para la gran empresa.
Este reciente artículo de eWeek confirma precisamente esta teoría. En él hablan de Smartleaf, una empresa de 25 personas de Massachusetts (caray con el nombrecito del estado) que está orientada a ofrecer servicios web en ASP a todo tipo de proyectos.
En el reportaje explican que salvo en casos excepcionales, toda su infraestructura corre con soluciones Open Source. Según Dan Ritter, su director de operaciones TIC:
SmartLeaf’s services use Linux, Apache, Perl, Ruby, C++ and Oracle. We also license a math library from NAG [Numerical Algorithms Group],» Ritter said. «We run Linux on all internal systems except for some secure ones which run OpenBSD. Our internal IT services use Samba for fileserving/sharing, Apache for Web serving, Bugzilla for bug-tracking, the RT Request Tracker tracking and trouble ticketing system, the Asterisk VOIP PBX for our voice systems, Jabber for instant messaging and presence, qmail, SpamAssassin, and CVS and Subversion for version control.
O lo que es lo mismo: aparte de Oracle, no hay prácticamente presencia de desarrollos propietarios, aunque sí es cierto que en las oficinas de la empresa admiten que hay tanto máquinas con Mac OS X, como con Windows y Linux. Luego todos tiran de cosillas como ThunderBird, Firefox o OpenOffice.org para las tareas diarias, así que ya puestos podrían erradicar esos sistemas operativos propietarios para que todo fuera más bonito, pero incluso ese dato demuestra que es perfectamente posible poner en marcha un entorno heterogéneo con máquina de todos los colores, y que todo funcione como una seda.
Las conclusiones de Ritter son claras:
Building a Microsoft-based infrastructure to replicate what we do with open source would double the cost of new hires’ desktops, and spending a lot more each year in various licensing costs
Pero también admite que no dispone de datos concretos sobre el coste real que hubiera supuesto plantear ese funcionamiento con soluciones de Windows. «No tenemos pruebas excepto por el tiempo que nos cuesta gestionar nuestros sistemas con Windows. Tengo un montón de evidencias en forma de anécdotas, pero no hay cifras específicas».
Sea como fuere, bien por ese nuevo granito de arena.