La opinión del lector también cuenta y los comentarios de MuyLinux son una prueba de ello. Sin embargo, es evidente que una opinión expresada en «primera plana», en un artículo, capta mayor atención que otra que acaba sepultada entre decenas o cientos de comentarios. ¿Cómo solucionarlo? De la misma forma en que lo hacemos los editores de MuyLinux: con un artículo.
Esto viene a razón de un comentario que nos dejó uno de nuestros lectores en Facebook. No fue un comentario tipo, sino uno bien desarrollado y expuesto, con el único objetivo de «expresar mi vivencia y experiencia en estos pocos años«, nos contaba sobre Linux Francisco Uribe (¡muchas gracias!). Y aunque tampoco dice nada que no hayan dicho otros antes, creo que vale la pena publicarlo. Ahí va.
Hace unos dos años dejé de usar el sistema de la ventanita ya que tenía un PC un tanto viejo y con pocos recursos, el cual formateaba mucho y buscaba un sistema operativo que por lo menos me diera la seguridad de que funcionaran los programas comunes para hacer tareas comunes. Como no soy una persona muy amante de ciertos programas me atreví a pasar a Linux y probar distintas distros y sabores: Mint, Puppy, Ubuntu, Debian, Tiny Core, hasta que finalmente instalé Xubuntu 12.10.
Tenía un amigo que usaba Linux y siempre me decía: las versiones de Ubuntu no sirven, usa Fedora o Arch. Como soy algo terco me mantuve con el ratoncito por lo liviano que era para mi equipo. Como el PC en el que lo instalé era el familiar, toda la familia tuvo que aprender a vivir con el pingüino.
Después de un año de uso quedamos conformes con el rendimiento y seguridad del sistema, ya nos despreocupamos totalmente de los virus que podrían venir de alguna memoria USB o de alguna descarga de internet; aprendí a usar la terminal, a saber qué era un paquete y un repositorio, amé el sistema de texto y ya no dependía tanto de un entorno gráfico para algunas aplicaciones.
Felizmente en el ultimo tiempo pude comprar dos portátiles, una para mí y otra para mi novia. Ella me pidió que le borrase Windows 8.1 y le instalase algún sistema basado en Linux. Le instalé Ubuntu 14.10 y le instalé los paquetes básicos para que haga sus trabajos de la universidad y pueda navegar por internet. Le sugerí que lo personalizara un poco y le enseñé a usar la terminal, a ingresar comandos básicos y buscar siempre alguna información en Internet, ya que la comunidad es muy generosa en el tema de compartir la información.
Hace unos días instalamos y configuramos Wine para que pueda jugar un poco; quedó maravillada y me comentó: «Yo siempre creí que Linux era para personas serias, que sabían bastante de informática y que no se podía jugar» (uno de los grandes temas polémicos respecto a Linux). Yo le dije que esas personas serias y que sabían de informática crean esas aplicaciones para que el resto de las personas la tengamos más fácil. Fue un momento de mirar hacia atrás y analizar varios puntos que tenemos de malo las personas que usamos Linux, de los que puedo destacar:
Esa distribución es mala, mejor usa Debian o Fedora.
Criticamos a las personas que recién se integran en este mundo incitándolos a usar sistemas más complejos y finalmente las asustamos y quien podría ser un futuro linuxero, termina siendo una persona con miedo, porque se la obligó a usar un sistema complicado sin tener los conocimientos básicos de nuestro mundo. Es como criticar a una persona que recién está aprendiendo a manejar un auto por no correr en la Formula 1 o en Nascar. Además, si hay tantos sabores y todos populares por algo será.
No, ese programa / juego es de Windows, olvídate de él.
En verdad hay varias personas que usan a Windows no por su sistema operativo en sí, sino por las aplicaciones que éste posee. A veces incitamos a las personas a olvidarse de MS Office y a usar sí o sí Libreoffice y similares, como si recurrir a esos programas sea malo. A las personas que usan Wine para jugar, en lugar de ayudarlas a configurar la capa de paquetes que usa, les decimos que Wine es depender de Windows, como si fuese algo malo.
Si no usas la terminal, no estás aprovechando todo el potencial.
Todo a su tiempo, las personas tienen que ver que a pesar del sistema operativo que usen, pueden seguir haciendo las cosas de siempre. Si las personas prefieren usar el Centro de Software de Ubuntu en lugar de teclear «apt-get install», déjenlas que lo hagan. Hay que tratar de suavizarles el traspaso, son vecinos nuevos en un país desconocido, es lógico que quieran hacer las cosas que hacían antes.
Aprende esto y esto otro.
El aprendizaje es algo que toma su tiempo, no podemos obligar a las personas que al mes de cambiarse a Linux sepan editar el archivo de la lista de repositorios y editar el Grub. Cada cosa a su tiempo, y no todos aprendemos a la misma velocidad.
Esperando que este mensaje nos sirva a todos para reflexionar, ya que somos nosotros los enviados a «evangelizar» y convertir al mundo en seguidores del pingüino. Si las personas nos ven usar Linux, ellas solas por curiosidad van a querer cambiarse de sistema operativo, y somos nosotros quien debemos compartir nuestros conocimientos y ayudarlas, no obligarlas. A demostrar que somos igual que ellos, que hacemos los mismos trabajos que ellos y hacemos las mismas tareas que ellos. Solo que nosotros lo hacemos con otro «sabor», y por su puesto, más agradable al paladar.
Personalmente no estoy de acuerdo con alguna de las apreciaciones de Francisco, pero eso es lo que tienen las opiniones, que cada uno tiene la suya y a veces se coincide, a veces no. En cualquier caso, respeto.
¿Tú también tienes una opinión formada sobre alguno de los temas que tratamos en MuyLinux y te gustaría que apareciera «en primera plana»? No cerramos las puertas a nadie, pero sería algo para muy de vez en cuando y siempre que la calidad del texto lo mereciese. Si te animas, eres libre de mandarnos lo que quieras a muylinux@tpnet.es.
