[Actualización]
Parece que hemos tenido una confusión importante acerca del lugar al que se refiere la noticia, que no sería Mónaco sino Munich, es decir, sería la noticia del otro día. El primer tropezón lo he tenido al fiarme de la información publicada en el blog oficial de Lubuntu, al que no he citado pues apenas comentaba el tema, sino que enlazaba al sitio que he utilizado como fuente. En ese sitio se refieren al lugar como Comune di Monaco, que en italiano es «la» ciudad de Mónaco, pero también, simplemente, ciudad de Mónaco. Al mismo tiempo, los italianos llaman a Munich Monaco di Baviera, término al que no se refieren en toda la entrada. Lo que sí que hay en la entrada y he pasado por alto es la fuente de la misma, que no es otra que OMG! Ubuntu! donde, efectivamente, hablan de Munich. Así, hemos caído en el error de no verificar la fuente de la fuente de la fuente. Os pedimos disculpas por ello e intentaremos por todos los medios que no vuelva a suceder.
Si hace un par de días la noticia era la iniciativa de Munich para promocionar entre sus ciudadanos Lubuntu como alternativa a Windows XP, hoy nos enteramos que no será la única administración europea en moverse en la misma dirección. Mónaco, esas ciudad-estado famosa por su realeza, sus casinos, carreras de coches y en general su alto tren de vida -hablamos de uno de los paraísos fiscales más opacos de Europa-, hará lo propio: Lubuntu para todos (para todos los que quieran, se entiende).
Según indican en LFFL, Mónaco ha tenido un acercamiento reciente a nivel administrativo con Lubuntu y LibreOffice y la experiencia ha salido bien. Tanto, que el siguiente paso es promocionar el sistema entre los ciudadanos. Así, tras el ejemplo de Munich, lanzarán una campaña en la que regalarán CDs y folletos con información útil acerca de la instalación, consejos etc.
Sin duda, ambas son noticias positivas que deberían servir de ejemplo para muchos gobiernos y ayuntamientos españoles, esos que andan supurando déficit y evitando la bancarrota a base de recortes sociales de toda índole, pero que siguen gordos y anquilosados como el pobre Gregorio Samsa antes de morir, renovando sus licencias de software privativo religiosamente -bueno, no siempre religiosamente- y firmando acuerdos que los mantienen encadenados, todo a perjuicio de los ciudadanos que se supone representan. Porque, lo importante aquí no es que se promocionen las alternativas Open Source entre la gente, que está muy bien, sino que las administraciones lideren el cambio, sobre todo por su propio bien.
Pero, este no es un blog de política, así que nos quedamos con lo que nos interesa, la racha que lleva Lubuntu como estandarte contra la obsolescencia programada. ¿Para qué actualizar tu equipo para que pueda mover cualquier nuevo Windows, si a lo mejor con Lubuntu va sobrado? Pues eso. Si se me permite, solo falta que se decidan ya a mantener una versión LTS, y no van a tener mejor oportunidad que la que viene.
