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Anteayer os invité a resolver un «acertijo» que vengo a completar ahora con las respuestas, que son varias, vista la gran participación que ha tenido este pequeño juego.

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Primero vamos a repasar el problema planteado y a diseccionarlo, de forma que podamos llegar a la solución por descarte, paso a paso:

Una pequeña empresa quiere dar el salto a Linux en tres puestos de oficina y contabilidad. El software ya ha sido evaluado y cubre sus necesidades, solo falta elegir el SO, que debe cumplir ciertos requisitos:

Se busca una distribución Linux fiable (que esté afianzada), accesible y gratuita, con la mejor selección de software disponible posible (también privativo), que esté lista para el trabajo cuanto antes (nada de estar horas configurando) y con el máximo soporte de tiempo (no se pueden estar cambiando las cosas cada año).

Muchos decíais, con algo de razón, que con esos datos había varias posibilidades. Es cierto que, dependiendo del encargado de esta tarea, de sus conocimientos, podría haber variaciones, pero yo no lo tengo tan claro. De cualquier forma, yo escribo por mí así como cada uno tenéis vuestras propias valoraciones. Las mías son las estas:

1 – Distribución Linux fiable y accesible

Hay un buen número de posibles candidatas, pero no hubiese tenido ninguna duda con la elección: SLED 11 (SUSE Linux Enterprise Desktop). Cumple en todos los aspectos de forma notable, especialmente con su soporte de hasta 7 años, viene con una preconfiguración muy interesante y con la posibilidad de conseguir actualizaciones estables -y fiables- de ciertas aplicaciones (por ejemplo, LibreOffice).

La razón del cambio a Linux era abandonar definitivamente Windows XP con tiempo para asentarse en la nueva plataforma, porque no estaban dispuestos ni a actualizarse a Vista ni a 7, pero de pagar nada (y no vamos a entrar en eso ahora, lo dejamos como un factor más).

En cuanto al soporte técnico, la gran mayoría de PyMEs suelen apoyarse en empresas externas de su misma localidad, a no ser que dispongan de algún informático en plantilla (lo de llamar al SAT de Windows por teléfono creo que pasó a la historia, y pedirle a un administrativo que haga ciertas cosas… como que no -hablo en general-).

Tanto SLED como Red Hat son distribuciones con un periodo de prueba gratuito pero limitado y las actualizaciones se pagan… así que descartadas.

2 – Gratuitas y con la mejor selección de software

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Dentro de este rango hay muchas posibilidades, yo me fijé en las siguientes:

Como distribución gratuita para oficina, es mi opinión, no hay nada mejor que openSUSE, y no voy a dar razones porque las tenéis todas en el análisis que se publicó en MuyComputer hace unos días.

Como segunda opción, Debian se prometía más que interesante, al igual que CentOS, ambas con un considerable soporte y bien surtidas en el resto de puntos. A partir de aquí también son de consideración Ubuntu LTS y, por extensión, Linux Mint.

Cuando me refería a la mejor selección de software disponible posible, no era por instalar los 30.000 paquetes que pueden ofrecer las distribuciones citadas, evidentemente (por ejemplo, con tener el DVD de openSUSE 11.4 casi cualquier puesto de oficina va sobrado de aplicaciones), pero siempre es mejor asegurarse en estos temas, por si acaso.

3 – Listas para el trabajo cuanto antes y con el máximo soporte de tiempo

En este punto se me volvía a desmontar el chiringuito, porque si openSUSE conservase sus dos años de soporte, podría haber forzado un poco su elección, pero… ¿Por qué no probar con Evergreen? Porque si para mí no está listo (tampoco TumbleWeed, aunque marcha a mejor ritmo), mucho menos voy a recomendarlo para un entorno de producción.

Entonces, pasamos a Debian y CentOS, que se caen en el primer requisito: para dejarlas a punto requieren un buen rato de configuración, y los tres equipos tienen que estar listos en dos horas máximo con todo. Y cuando digo todo es todo: configuraciones, respaldos de seguridad (mails, bases de datos…). Demasiado trabajo para encima agregarle más.

Entonces solo quedan… Bueno, no. ¿Qué hay de Fedora, Mandriva o algunas distros rolling release? Pues no, no y no. Fedora para desarrolladores muy bien, pero no la recomendaría para ningún otro entorno de producción. Mandriva es un caso diferente, pero éste no es su momento. Y las rolling release… pues ni en broma (y si tengo que argumentar ésto, mal vamos).

Entonces solo quedan…

Sí, aquí viene la decepción para algunos y la confirmación para muchos otros, pero la realidad es la realidad, y la única opción que está a la altura en todos los requisitos demandados es Ubuntu 10.04 LTS. Así pues, la opción elegida ha sido Linux Mint 9 LTS…¡WTF? No, no. Muchos aportásteis planteamientos interesantes, otros tantos dísteis en el clavo, pero solo Alfre, en el comentario 43, argumentó su respuesta en la dirección correcta:

Estaría entre Ubuntu 10.04 y Mint 9 que son LTS, por lo tanto tienen soporte por 3 años. Eligiría Mint, porque en cuanto se instala se puede actualizar a la versión DVD (en caso de hacer instalación desde CD), por lo que le gana a Ubuntu en tiempo de configuración. Además los repositorios de Ubuntu sirven para Mint, y ya se sabe que casi todo software tiene su versión para el sitema de Canonical, por lo tanto cualquier cosa que sea necesario agregar más tarde es casi seguro que estará disponible. Estéticamente está más pulido que Ubuntu y es más amigable a primera vista para los usuarios de Windows.

O sea, Linux Mint es Ubuntu pero con algunas ventajas:

  • Un escritorio más serio para la oficina, tanto en el tema como en la disposición del escritorio (ni el nuevo look fashion ni los dos paneles hicieron mucha gracia en las demostraciones), y más «out of the box» que Ubuntu. En total, menos tiempo para tenerla lista.
  • Es el fork más sólido de Ubuntu, y para su futuro de han decantado por seguir puliendo el concepto de escritorio tradicional, nada de Unity o GNOME Shell (al menos de momento).
  • Su gestión de las actualizaciones es muy interesante, pudiendo marcar los repositorios con varios niveles de prioridad muy fácilmente (parecido a openSUSE), lo que la hace más rápida de configurar en estos términos.
  • Su pequeño y configurable menú, con el que puedes presentar las principales aplicaciones ocultando el resto de opciones, gustó mucho (los escritorio van capaditos, nada de juguetear con opciones y demás: se enciende el ordenador, se trabaja y se apaga).

Como véis, hay más razones de las que parecía a primera vista (aunque algunas sean un tanto subjetivas), no en vano Linux Mint está subiendo como la espuma en su valoración y uso. Por el contrario, hay una pega con esta elección, y es que ya va a hacer un año que salió, con lo que queda un año menos de soporte… pero está más estable. Y como había que elegir ya, esto es lo que hay.

En definitiva y para este caso concreto, Linux Mint 9 ha sido la opción adecuada. ¿Se me olvida algo? Seguro. Pero así termino. Bueno, no (dije que os comentaria la configuración de los equipos, pero será otro día porque si no esto se va a alargar demasiado).

A disfrutar del fin de semana ;)

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