Plasma
Se entiende que Plasma viene, como el resto de software, más pulido, estable y eficiente. Y eso es un hecho. Pero es que además se muestra más completo que nunca, con mil opciones a configurar… o no, todo depende del usuario.
«Preferencias del escritorio» ha visto rediseñada su interfaz, siendo ahora más sencillo acceder a todo lo que ofrece, desde el cambio de fondo de escritorio (por color, presentación de imágenes o diferentes efectos) a las acciones del ratón.
Preferencias del escritorio
En este punto destacan las «disposiciones de escritorio«, pudiendo elegir entre el estilo clásico de siempre (vista de carpeta) o los nuevos conceptos implantados por Plasma, como el escritorio por elementos o «Buscar y ejecutar», dirigido a Netbooks y dispositivos de pantalla táctil.
Vista de carpeta, al estilo clásico
El escritorio predeterminado, limpieza y orden
Escritorio de cuadrícula
Para gestionar todo lo visto se desarrollaron las Actividades, una especie de «modelos de disposición de los elementos del escritorio», que ahora gozan de una mayor posibilidad de configuración. Pero no es suficiente, ni mucho menos, y seguramente este sea el punto más negro de Plasma.
Las Actividades se caen por su propio peso con una gestión confusa (teniendo muy en cuenta su finalidad, es mucho más aconsejable y fiable distribuir diferentes configuraciones entre los escritorios virtuales), además de exponerse como el elemento más inestable de Plasma (desde perder la configuración de pantalla a que nos explote el escritorio, sólo por intentar configurarlo).
Por fortuna, hablamos de un aspecto secundario que no interfiere para nada con el usuario -a no ser que éste quiera adentrarse en él- y que la mayoría de distribuciones se encargarán de configurar de manera predeterminanda, por ejemplo para su uso con Netbooks u otro tipo de dispositivos.
Actividades, el punto más flaco de la «experiencia Plasma»
Concluyendo ya con este apartado, no podíamos olvidarnos mencionar a los plasmoides, los pequeños elementos gráficos que conforman Plasma, también conocidos como widgets, gadgets, etc. Pero sería imposible nombrarlos a todos, son demasiados, casi cien los que trae por defecto KDE SC 4.6 (y algunos de los mejores se encuentran en KDE-Apps, donde hay muchos más).
Aún así, casi todos siguen siendo lo que eran (a un plasmoide no se le puede pedir mucho más), salvo las cuatro honrosas excepciones en las que nos vamos a centrar: Plasma Netbook, estantes, notificaciones y gestor de tareas.
Los plasmoides, mucho más que widgets
Plasma Netbook no es más que la unión de «Buscar y ejecutar» y «Disposición de periódico» junto con una configuración especial del panel y comportamiento de las ventas. Ni más, ni menos (lo que está muy bien).
Dicho ésto, «Plasma Netbook» va más fino que nunca y las configuraciones comienzan a llegarle poco a poco. Resalta por una interfaz responsiva, muy intuitiva. Aún necesitando pulir detalles, podríamos decir que está preparado para que un usuario medio de Linux lo utilice en su intención final, las pantallas pequeñas (todo ello a falta de poder probarlo en algún dispositivo táctil, donde se promete interesante).
Plasma Netbook en «versión escritorio»
«Estantes» es un nuevo plasmoide al que le cabe todo: marcadores, lugares, documentos, contactos, aplicaciones preferidas… Juntos o seperados, como se quiera, pudiéndose anclar al panel o permanecer en el escritorio, como se prefiera.
Y ante una explicación tan, a priori, absurda, lo mejor es ver una imagen de ejemplo:
En los estantes cabe todo
Las notificaciones han sido bendecidas con especial atención por parte de los desarrolladores y se muestran mejor que nunca en todos los sentidos: son bonitas y, por fin, comedidas en tamaño, apenas intrusivas, se solapan con elegancia… (ahora además podemos arrastrarlas y dejaras donde queramos). En definitiva, un gran trabajo.
Pon las notificacioness donde quieras, las seguiras viendo
Y terminamos con el gestor de tareas, que recibe la inclusión de un modo similar al de la barra de Windows 7, en la que las aplicaciones se «iconizan», sólo que en este caso tan solo funcionan las que tengamos como lanzadores (podéis ver un vídeo en este enlace, cortesía de Fedoreando.com; de cualquier modo, hay alternativas mucho más potentes que la original).
Aunque Plasma es el más llamativo, KDE SC se sostenta en diferentes pilares tecnológicos propios (hoy no hablaremos de Qt), algunos tan importantes como éste, otros igual de novedosos. Y todos mejoran, pero sólo unos pocos han recibido el «toque del ángel». Veamos cuáles son.