Puede que sea una impresión mía, pero a pesar de la teórica gran utilidad de los escritorios virtuales, jamás he utilizado esta característica. Se supone que disponer de distintas áreas de trabajo entre las cuales nos podemos mover fácilmente es muy cómodo para la organización, pero en mi caso la magia del Alt+Tab y la ayuda de las funciones de Compiz para mostrar todas las ventanas (copiando a Exposé en Mac OS X) suele ser un método más que suficiente para poder elegir la aplicación a la que quiero acceder en cada momento.
De hecho, tengo activado el cubo de escritorio y efectos como Expo que quedan la mar de bonitos al utilizarlos, pero tampoco tengo demasiadas ocasiones para hacerlo porque, como comentaba, apenas uso otro escritorio virtual que no sea el que se me presenta por defecto una vez iniciada la sesión. ¿Os pasa lo mismo? ¿Tenéis siempre todo abierto en el mismo escritorio?